“Estudie este libro de la ley. Medítelo día y noche, de modo que pueda estar seguro de obedecer todo lo que está escrito en él. Solo entonces tendrás éxito. Te ordeno; ¡se fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes. Porque el Señor Dios estará contigo dondequiera que vayas ". Josué 1: 8-9
¡La historia de Josue siempre ha sido una de mis favoritas! Tal vez sea porque me ha guiado a través de algunas de las pruebas más difíciles que he encontrado y un recordatorio de mantenernos firmes en las promesas de Dios incluso cuando enfrentamos adversidades y desafíos que sentimos que son demasiado fuertes para nosotros cargar.
Muchos creen que, como cristianos, ya no deberíamos enfrentar estos desafíos; pero creo que a veces Dios permite que el desafío crezca y nos agudice para ser todo lo que Él nos creó, y para darnos la fuerza en medio de las pruebas para superar y luego ser capaces de manejar la promesa y la bendición cuando esté en nuestras manos.
Dios le dijo a Josué que estudiara la palabra de Dios. ¡Que solo entonces sería próspero y triunfador! Por nuestra cuenta es imposible obedecer los mandamientos de Dios, porque en estos cuerpos terrenales continuaremos luchando contra la carne. Mateo 26:41 dice: “Velad y orad para no caer en la tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil ”.
Cuanto más nos alejamos de Dios; al descuidar el tiempo en Su presencia y en Su palabra; más fácil es entregarse a la carne y caer en la tentación. La tentación conducirá al pecado si cedemos a esa tentación. Lamentablemente, el pecado nos roba las bendiciones de Dios. Cuando permanecemos en pecado; no podemos estar en la posición correcta con Él, debido a la convicción de nuestra conciencia. Esto puede nublar nuestras mentes cuando tomamos decisiones que pueden ser cruciales para nuestras vidas y, al mismo tiempo, nos priva de caminar en Su paz.
Vivir una vida para Jesús puede significar dejar algunas cosas que nuestra carne desea fuertemente. ¡Pero las recompensas por ceder a Su voluntad y propósito superan con creces cualquier cosa que tengamos que sacrificar en esta vida! A decir verdad, cuando pasamos tiempo en Su presencia y en Su palabra todos los días; ¡Él renueva nuestras mentes, cambia nuestro enfoque y cambia nuestros deseos! ¡El resultado es una vida llena de paz, sabiduría, discernimiento y plenitud! No hay nada en esta vida que ofrezca la plenitud que podemos tener a través de una vida caminando junto a Él.
Obispo Alcerro
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